La historia de las croquetas

Aunque pensemos muchas veces que la croqueta es un producto que viene de España, en realidad su origen es francés. Podríamos contar una breve historia de las croquetas, pero hoy vamos a extendernos un poco más.

La croqueta llegó a la península a finales del siglo XIX. Surgió en Francia por manos de un aristócrata llamado Louis de Bechamel, que era el encargado de la cocina del rey Luis XIV. Se dice que él o alguno de sus ayudantes creó la bechamel, la cual fue resultado del perfeccionamiento de una salsa más antigua a base de crema.

No fue hasta 1817, cuando el cocinero Antoine Cámere, le sirvió en una cena para el archiduque de Rusia unas croquettes a la royale. Parece que este chef tuvo la brillante idea de recubrir la bechamel de una capa crujiente.

Existe más gente que se otorgó el mérito de crear la base de unas buenas croquetas caseras. Hay una teoría italiana que dice que la croqueta fue creada por los cocineros florentinos de Catalina de Medici. Se atribuyen ser los inventores de la bechamel gracias a que esta reina inició una revolución gastronómica en el país galo.

La croqueta francesa original era mucho más dura que la que conocemos actualmente. Cada país ha ido adaptando la receta a sus costumbres. Es común encontrar por Europa las croquetas de patata machacada y rebozada, sin bechamel ni nada más.

En nuestro país, se suelen aprovechar lo que sobra de otros alimentos. Seguro que, en el futuro, se le seguirán dando más vueltas a las recetas de croquetas artesanas.